miércoles, 18 de mayo de 2011

VIVIR SIN TRABAJO...

El síndrome de la invisibilidad es una de las consecuencias psicológicas del desempleo.
Uno de los efectos directos que tiene la pérdida de empleo en el día a día del desempleado es el llamado síndrome de la invisibilidad. A grandes rasgos, se puede describir como el que sufre una persona que siente que no le ven, que no forma parte del mundo. Si bien esta situación en sí misma es un problema, lo cierto es que se puede agravar si la persona no pide ayuda por vergüenza o por orgullo. En su libro "El impacto psicológico del desempleo", José Buendía, profesor de Psicopatología de la Universidad de Murcia, ahonda en esta cuestión más allá del dato estadístico. Entre otros puntos, desvela por qué es tan destructivo par la persona perder un empleo y defiende la aplicación de soluciones sociales, más allá del subsidio, para aliviar el dolor psicológico de los desempleados, además del económico.

Los efectos psicológicos son diferentes según la edad de las personas desempleadas

- Una pérdida de autoestima se da en todos los grupos. En los jóvenes: Mayor estado de agresividad y rebelión, que poco a poco deriva en otro de marginalidad. El paro se vive como un fracaso que puede predisponer a la depresión, reducir su círculo social y aumentar su pasividad.

- Suelen recluirse en casa, ver la tele, tienen vergüenza ante la familia y amigos. Irritabilidad, trastornos psicofisiológicos, problemas digestivos, dermatológicos. Piensan que ellos son los culpables de estar en el paro.

- Pasan por varias fases. Una primera de shock, donde experimenta desorientación, confusión ante lo sucedido y miedo.

- Pueden pasar una fase de incredulidad, en que piensen que están de vacaciones, se pueden dedicar a hacer reparaciones en casa, pero en cuanto comienzan a buscar trabajo y experimentan fracasos pueden aparecer irritabilidad.

- Cuando realmente asumen el desempleo lo viven como un fracaso personal y social, al igual que los jóvenes tienden a quedarse en casa ante la tele o duermen más de lo habitual con una gran sensación de vacío.

- Se ha demostrado que una irritabilidad desproporcionada y un sentimiento de estar desmoralizado junto con la hostilidad son factores que pueden llevar a trastornos cardiovasculares.

- Luego una persona que está en paro, cada vez está más desmoralizado e irritable le cuesta dormir, es conveniente que acuda al médico para que pueda orientarle y si fuera necesario recibir el tratamiento más adecuado.







No hay comentarios: