miércoles, 20 de agosto de 2008

CUENTO Nº 2:

Erase una vez, tres duendecitos Bruno, Toni y Santi, que vivían en un champiñón. Tenian una vecina muy buena, la Sra. Osa, que siempre los cuidaba.

La Sra. Osa siempre les decía:

- No te mojes los pies...
- ¡Lávate las manos!....
- ¡No eches la mermelada en tu cabeza!....

Los duendecitos la miraban fijamente y le preguntaban extrañados:
¿Pies, manos, cabeza?...¿Eso que és, Sra. Osa?

- ¿Cómo que no sabéis que es? -dijo la Sra. Osa sorprendida- ¡ni que se os hubiera caído una avellana en la cabeza!...,venid conmigo al bosque y con la ayuda de mi amiga la Rana Mariana, lo váis a entender...

En fila india se fueron los cuatro a encontrarse con la rana, que cuando se enteró a lo que ivan, dió una voltereta y preguntó extrañada:

¿Cómo que no sabéis lo que es eso?... ¿Qué pasa,que se os ha caído una piña en la cabeza?...

- ¡Noooo! - gritaron los tres duendecitos.

- Pues seguidme por el camino y abrid bien los ojos - dijo la Rana Mariana.

Y todos se pusieron a caminar por el bosque, enseguida los duendecitos se pusieron a brincar imitando a la rana,....y la Sra. Osa no paraba de cantar.

De pronto,detrás de un gran árbol con las hojas rojas, vieron una Roca que brillaba con el sol, no era muy alta y brillaba mucho. Los duendecitos vieron reflejados sus pequeños pies.

-¿Véis lo que yo veo? -dijo uno de ellos.
-¡Siiii!
- ¿Sabéis lo que véis? - dijo la Rana Mariana.
-¡Noooo!
- Pues son... ¡vuestros pies!...¡patalead en el polvo, y los veréis mover!

PATAM, PATAM, PATAM...

Los duendecitos no paraban de patalear y saltar, levantando mucho polvo del camino.

¡YUUUUUPIIII!

La Sra. Osa les dijo que pararan ya, que si nos con tanto polvo no podrían respirar bien. Así lo hicieron los tres amiguitos y continuaron la marcha.

...Y caminando, y caminando...llegaron hasta el árbol con las hojas verdes. Debajo de este árbol ha´bía otra gran piedra, un poco más grande que la de antes.

- ¿Y ahora qué es lo que véis? - Preguntó la Sra. Osa.

- ¡No lo sabemos! - contestaron los duendecitos a la vez.

- ¡Pues haced palmas con vuestras manos y veréis lo que ocurre...- dijo la Rana Mariana.

PLISS, PLASS, PLISS, PLAS....

Los tres duendes empezaron a aplaudir despacito, pero como les gustó mucho, fueron haciendo palmas y movimientos con las manos,....y también se pusieron a bailar. Todo lo que hacían se podía ver reflejado en la piedra del árbol verde.

Así que los tres amiguitos ya sabían lo que eran los pies, las manos....

- ¡Ya es suficiente!...si seguís así se me va a poner un dolor de cabeza...- dijo la Sra. Osa.

- ¿Y ahora que podemos hacer?- dijeron los tres duendecitos.

-¡Pues que seguiremos con la excursión! -dijo la Rana Mariana saltando de hoja en hoja.

Y así lo hicieron.

Pronto se encontraron con el árbor de hojas Azules, justo detrá de él había otra gran Roca...era tan alta como la Sra. Osa.

Los tres duendecitos se quedaron embobados, mirando se entre ellos, ¡tenían sus bocas abiertas y los ojos grandes como platos.

-¿Qué es lo que estáis viendo?- les preguntó la Rana Mariana.

- Pues yo veo a mis amigos Bruno y Toni...y a otro niño...- dijo Santi

Enseguida se armó un barullo tremendo, porque todos veían a sus amigos pero no se reconocían a sí mismos reflejados en la roca del árbol con hojas Azules.

- ¡Calma, calma!- dijo la Sra. Osa.
- ¡Silencio, silencio! - gritó la Rana Mariana.

- Ya habéis visto antes vuestros pies, ¡Patalead para reconocerlos!

PATAM, PATAM, PATAM,...

- ¡ y con las manos haced palmas!

PISS, PLASS, PLISS, PLASSS,...

...Y ahora ¡haced lo que yo os diga!...-les dijo la Rana Mariana con alegría.

¡Que se ponga delante de la piedra Bruno!
¡Que se ponga al lado de Bruno...Toni!
¡Que se ponga Santi con sus dos amigos!

...¿Y ahora quitaros el sombrero!

Los tres amiguitos obedecieron y al quitarse el sombrero la Rana Mariana les dijo:

- Lo que había debajo del sombrero...es la Cabeza.

- ¿Bueno, habéis aprendido la lección? -les preguntó la Sra. Osa.

- ¡SIIIí! -le contestaron los tres a la vez.

- Pues volvamos a casa, que se nos enfría el chocolate,...

Y Así lo hicieron, iniciaron el camino de vuelta, la Rana Mariana brincaba de hoja en hoa, la Sra. Osa cantaba, ¡Y los tres duendecitos alborotaban,pataleaban, bailaban....

Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.

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