domingo, 28 de diciembre de 2008

MADRES:

Yo como soy rara, no he hecho la cena de Nochebuena, ni la comida de Navidad.
Tampoco he tenido que pensar en el manduque de este fin de semana, afortunadamente plagado de sobras y confetis.
Por eso, quiero dedicar este artículo a ellas,...a todas esas mujeres que, como siempre,... se han pegado el palizón de todas las fiestas del mundo.
Ellas, amas de casa, secretarias, ejecutivas, doctoras, ingenieras...
Ellas, han sido las que han pensado el menú,...que no es tan sencillo;
las que lo han comprado, ...que pesa;
las que se han metido en harina hasta los ojos,...que mancha;
...las que han dicho cómo preparar la mesa y la sal.
Ellas, las mujeres,... que dan de comer alimento y ternura, que cuidan de los niños y a los viejos,
que madrugan para recoger las sábanas del balcón de todos.
Ellas...estarán más cansadas que nosotros,...los que vivimos de la sopa boba, de la importancia, de traer dinerito,...igual que muchas de ellas, aunque se las pague menos jornal por hacer lo mismo.
Me encantan las madres con profundo insitinto de madre,...que no son las que lo tienen con sus propios hijos, sino las que lo sienten con el amigo, el loco, el vecino, el suegro, el emigrante, el hijo ajeno.
Me encantan esas mujeres con pechos infinitos llenos de leche y de miel para los otros.
Me encanta comprobar que de esa matriz nace esa fuente de energía amorosa. Enfermeras, maestras, médicas, trabajadores sociales... vocaciones de la madre de todos.
Son ellas las que quieren que la cena de nochebuena y la de cada día, haga grupo, familia, lazos de compasión.
A ellas, mis adoradas chicas de hierro, que ahora ya están preparando la casa para la nochevieja y el año nuevo, les dedico estas palabras con profundo respeto.
Porque...
Ellas son el pan y el vino.
Los senos fructíferos
y
las manos que siembran el futuro...

sábado, 20 de diciembre de 2008

EL PLUMPY´NUT: UN INVENTO REVOLUCIONARIO CONTRA LA DESNUTRICIÓN

Si hay un pais que evoque imágenes de sequía y hambre es ETIOPÍA. En esta región, la desnutrición es responsable de más de la mitad de las muertes de menores de cinco años. Según los últimos datos de UNICEF, más de 6 millones de estos menores de 5 años necesitan tratamiento contra la desnutrición.

Los 225 kilómetros que separan Addis Abeba, capital de Etiopía, de Awasa, la capital de la Región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNPR), son un interminable río de personas caminando al borde de la carretera entre cambios verdes y grandes lagos. Parece imposible que aquí se pueda estar sufrreindo una hambruna, pero una sequía que dura ya más de tres cosechas, y el aumento del precio de los alimentos hasta en un 400% son una combinación letal que ha empeorado de manera dramática la desnutrición infantil.

Sin embargo, las lecciones aprendidas durante la crísis humanitaria que afectó al país en 2003 han surtido efecto. La Etiopía actual está inmersa en una auténtica revolución por la supervivencia infantil, gracias a la cual se ha reducido en más de un 40% la cifra anual de mortalidad infantil en los niños menores de cinco años. Este logro, verdaderamente extraordinario en el continente africano, ha sido posible gracias a la labor conjunta que han desarrollado UNICEFF y otras organizaciones locales e internacionales, trabajando con el gobierno. Y, por supuesto, a PLUMPY´NUT.

¿Qué es Plumpy´nut? Algo muy sencillo, pero con un enorme poder. Se trata de un pequeño sobrecito con una pasta de sabor dulzón. Una mezcla de pasta de cacahuete, leche en polvo, azúcar, minerales y vitaminas, fácil de fabricar, distribuir y usar, que se ha convertido en un alimento capaz de salvar la vida de miles de niños y niñas en situación de desnutrición. Su gran innovación es que no requiere preparación alguna, ni supervisión y por tanto reduce considerablemente la financiación que necesita un centro de nutrición.

Desde que Etipía sufrió la crisis alimentaria que afectó a más de 12 millones de personas, muchas cosas han cambiado. A instancias de UNICEF, se ha aprobado un Protocolo Nacional para el tratamiento de la desnutrición, casi 30.000 trabajadores sanitarios comunitarios han recibido formación para que sean capaces de detectar la desnutrición en los hogares, y han mejorado el tratamiento que se da a los niños severamente malnutridos, gracias al uso de alimentos terapéuticos listos para usar, especialmente Plumpy´nut.

En estos momentos, el país atraviesa un momento curcial. En su región se está llevando a cabo uno de los mayores esfuerzos humanitarios realizados hasta la fecha, para hacer frente a la crisis alimentaria y a la malnutrición severa. Entre Abril y Septiembre de 2008, UNICEF ha distribuido 2.771 toneladas de alimentos terapéuticos listos para usar, incluyendo Plumpy´nut y otros suplementos para responder a las necesidades del creciente número de niños malnutridos en el país.

Pero el éxito de esta auténtica revolución por la supervivencia no radica únicamente en Plumpy´nut y los alimentos terapéuticos. El Programa de Salud Extendido, liderado por el Gobierno de Etiopía, también ha tenido un papel fundamental. El objetivo de este programa es mejorar los servicios básicos de salud para mujeres y niños, sobre todo en zonas rurales, donde vive la mayoría de la población etíope.

"En Etiopía tratar la malnutrición severa aguda no es suficiente, hay que ser capaces de prevenirla. El objetivo es tener un puesto de salud en cada subdistrito para que todo el mundo tenga acceso a atención preventiva de salud y podamos así evitar la pérdida de miles de vidas de niños y niñas etíopes", comenta Sylvie Chamois, especialista en nutrición de UNICEF.

La columna vertebral del Programa de Salud Extendido son los trabajadores sanitarios comunitarios, cuya formación ha financiado UNICEF. La mayoría son mujeres, reclutadas en las propias aldeas que, después de su formación, trabajan visitando a las familias en sus hogares. La tarea de estos trabajadores sanitarios es ayudar a las madres a cuidar de los recién nacidos, proporcionarles apoyo durante el embarazo, en las campañas de inmunización, y fundamentalmente detectar la desnutrición en los hogares y proporcionar tratamiento con Plumpy´nut.

Además grácias a la financiación de UNICEF, en 2007 se inauguró la primera fábrica de Plumpy´nut en Etipía. Se trata de una fábrica moderna a las afueras de Addis Abbeba, gestionada y dirigida enteramente por personal etíope, la mayoría mujeres. Al principio producía 100 toneladas mensuales, y en el último año han triplicado su producción. El director de la fábrica, Belete Beyene, nos cuenta que el 50% de la producción la compra UNICEF, y el resto otras organizaciones humanitarias que también trabajan para mejorar el estado nutricional de los niños y niñas y reducir la desnutrición en Etiopía.

Etiopía puede ser un ejemplo en materia de superviviencia infantil. Su experiencia demuestra que cuando se toman medidas y se imaginan formas nuevas y más efectivas de actuar, se puede cambiar la realidad de millones de niños y niñas.